TULUM, México – En una encantadora celebración del amor, la actriz Vanessa Hudgens y el jugador de béisbol profesional Cole Tucker se casaron en una fascinante ceremonia en la Ciudad de las Artes Azulik en Tulum, México, el fin de semana pasado.
El viaje de la pareja hacia este día mágico comenzó cuando se conocieron durante una meditación por Zoom dirigida por el ex monje convertido en autor británico y gurú del estilo de vida, Jay Shetty, en octubre de 2020. Vanessa, cautivada por la presencia de Cole, se embarcó en un romance de tres años que culminó con un compromiso parisino en febrero de 2023. La propuesta, marcada por un diamante de forma ovalada en una delicada banda de oro, reflejó las sutiles insinuaciones de Vanessa y superó sus expectativas.
La planificación de la boda llevó a la pareja al Hotel Azulik, un lugar inmerso en la naturaleza, la vegetación y el follaje, un cambio radical con respecto a los entornos tradicionales. Vanessa, que sigue el hotel en Instagram desde hace algún tiempo, lo imaginó como el escenario perfecto para su día especial. Un recorrido por el lugar, en lo profundo de la jungla de Tulum, reveló la Ciudad de las Artes de Azulik, un lugar mágico y caprichoso. museo que robó el corazón de Vanessa, solidificándolo como su ubicación elegida.
La boda, orquestada por la organizadora Pia Lindstrom, mostró la visión de Vanessa de un look elegante, moderno y sexy inspirado en las supermodelos de los años 90. El vestido lencero con escote vuelto y corte bies en color verde lima de Vera Wang adornó a la novia, acompañado por un velo con bordados personalizados, que le daba un toque personal.
La ceremonia, que se celebró en un pintoresco lugar al aire libre que se había buscado meses antes, contó con la presencia del oficiante Jay Shetty, lo que creó un momento de emoción pura mientras la pareja intercambiaba votos escritos por ellos mismos. Después de la ceremonia, mientras los recién casados capturaban la esencia en fotografías, los invitados disfrutaron de cócteles en un entorno que recordaba a un set de filmación, con ramos de flores colgando de los árboles.
Para la recepción, Vanessa se puso un vestido strapless de encaje de macramé y muselina de seda, diseñado para ser cómodo y divertido. La velada continuó con emotivos discursos, una banda en vivo y la pareja participando en la celebración musical. Una lista de reproducción seleccionada, cortesía de Cole, mantuvo viva la fiesta, con clásicos desde Nelly hasta Eminem.
Al reflexionar sobre el fin de semana mágico, Vanessa expresó su gratitud por la celebración privada, sin distracciones, ya que había quitado los teléfonos de todos. La reunión facilitó conexiones genuinas entre familiares y amigos, creando relaciones duraderas. Vanessa, que todavía disfrutaba del resplandor, describió la experiencia como una experiencia que superó sus expectativas, una celebración verdaderamente mágica de amor y unidad.
En el exuberante abrazo de la belleza de Tulum, la boda de Vanessa y Cole se convirtió en un testimonio del poder del amor y la alegría que se encuentra en las decisiones poco convencionales. Al embarcarse en este nuevo capítulo, su viaje está marcado por un fin de semana que superó los sueños y dejó una marca indeleble en los corazones de todos los asistentes.