Boom de rentas vacacionales, un desafío para la industria hotelera de Tulum
TULUM, México – Se cree que la presencia operativa de casas particulares en el mercado de rentas vacacionales impacta la industria hotelera formal hasta en 50%, según Alfredo Soto Martínez, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de Tulum (AHT).
Soto Martínez señaló que hay un inventario de más de 10.000 unidades operando bajo este esquema, las cuales no cumplen con todas las normas de seguridad, carecen de los permisos correspondientes y evaden impuestos.
Además, enfatizó que estas entidades, además de ser totalmente desleales, han desatado preocupaciones de seguridad y generado reportes de inseguridad dentro del destino.
Soto Martínez agregó que estas casas, comercializadas en plataformas como Airbnb, cobran tarifas de hasta $150 por noche para grupos de hasta 12 personas.
Hizo un llamado a las autoridades pertinentes para que intervengan y regulen a todos los operadores que operen bajo este marco, asegurándose de que paguen impuestos, cumplan con los protocolos de seguridad y obtengan los permisos necesarios.
“No estamos comparando manzanas con manzanas. Este es un tema serio”, concluyó.
También mencionó que durante esta temporada vacacional los índices de ocupación no cumplieron con las expectativas para el periodo invernal que concluye.
Habiendo quedado por debajo de las cifras proyectadas, declaró que su objetivo es que se manifieste una recuperación durante la próxima temporada de vacaciones de invierno, y para lograrlo, están colaborando estrechamente con el Gobierno Municipal de Tulum.
En conjunto, presentarán eventos culturales y gastronómicos diseñados para atraer turistas de alto gasto, principalmente de los Estados Unidos.
El aumento de la popularidad de los alquileres vacacionales privados ha presentado tanto oportunidades como desafíos para el panorama turístico de Tulum. Con miles de unidades operando de manera independiente, a menudo sin cumplir con las normas de seguridad e impuestos establecidas, la industria hotelera tradicional enfrenta una competencia significativa.
Según Alfredo Soto Martínez, vicepresidente de la Asociación de Hoteles de Tulum (AHT), este fenómeno ha provocado una reducción sustancial en los índices de ocupación de los hoteles formales, que estima en 50%. Destaca que el inventario actual comprende más de 10.000 unidades que funcionan como alquileres vacacionales, una gran cantidad de las cuales eluden los protocolos de seguridad esenciales, carecen de los permisos necesarios y no contribuyen a los impuestos locales.
Un aspecto igualmente preocupante es la falta de conducta ética denunciada entre estos operadores no regulados. Más allá de su evasión de las regulaciones, estas entidades han sido acusadas de generar problemas de seguridad y fomentar una atmósfera de inseguridad dentro del destino mismo.
El impacto de estos alquileres vacacionales privados se siente tanto económica como estructuralmente. Soto Martínez enfatizó además que estos alojamientos, promocionados a través de plataformas en línea como Airbnb, tienen tarifas premium, que a veces alcanzan hasta $150 por noche para grupos importantes que buscan alojamiento.
Ante este apremiante tema, Soto Martínez ruega a las autoridades competentes que tomen medidas contundentes. Aboga por un marco regulatorio integral que garantice que todos los operadores dentro del sector de alquileres vacacionales se adhieran a las normas establecidas, paguen su parte justa de impuestos y cumplan con los estándares operativos y de seguridad esenciales.
“Esta no es una simple comparación. Las repercusiones son profundas”, afirmó con urgencia Soto Martínez.
Agregó que la reciente temporada de vacaciones no alcanzó las tasas de ocupación anticipadas, particularmente para el período de invierno menguante. A la luz de este contratiempo, Soto Martínez articuló los esfuerzos de colaboración en curso con el Gobierno Municipal de Tulum para orquestar una recuperación sólida durante la próxima temporada de vacaciones de invierno.
Su estrategia conjunta incluye la introducción de una variedad de cautivadores eventos culturales y gastronómicos, estratégicamente diseñados para atraer a turistas adinerados, principalmente provenientes de los Estados Unidos.