TULUM, México – La búsqueda de experiencias de viaje que trasciendan lo tradicional turismo El turismo está en alza. En un mundo que enfrenta crisis, la búsqueda de la desconexión y el rejuvenecimiento se ha convertido en el principio rector de una tendencia en rápido crecimiento, posicionando a México como un destino emergente para la sanación de la mente y el alma en un entorno pacífico.
Quintana Roo, el estado mexicano que sirve de puerta de entrada a la cautivadora Riviera Maya, cuenta no solo con un rico patrimonio histórico y cultural, sino también con impresionantes atractivos naturales que encantan a todo aquel que explora su belleza. En los últimos años, a pesar de los desafíos que plantean los problemas regionales como el narcotráfico, este destino se ha ganado un nicho como oasis que ofrece todo lo necesario para un retiro de alta calidad.
Según un estudio realizado por Exploring Health Tourism, entidad afiliada a la Organización Mundial del Turismo (OMT) y a la Comisión Europea de Turismo (CET), el turismo de bienestar, también conocido como wellness travel, está experimentando un crecimiento continuo. Su finalidad es emprender viajes que contribuyan al bienestar físico, mental o espiritual.
En este contexto, México ha impulsado activamente la creación de este tipo de espacios de bienestar en sus vastas regiones, particularmente en Tulum, donde se han desarrollado alternativas para atender a la creciente ola de individuos que buscan tranquilidad a través de los viajes.
“Sin duda, Tulum es una ventana al mundo. Muchas personas lo consideran ahora un destino de sanación”, afirma Belu Labanca, una coach de vida y bienestar argentina que lleva más de un año viviendo en lo que ella describe como un paraíso.
Existen lugares donde las riquezas de la naturaleza abundan, y las costas del Mar Caribe son sin duda uno de ellos. No es casualidad que Tulum sea actualmente uno de los destinos turísticos más destacados de México. En sus alrededores se pueden encontrar tesoros escondidos entre selvas, mares, lagunas, islotes, manantiales, ríos, pequeños cerros y cenotes.
“Es un destino que prácticamente se vende solo a través de fotografías. Los antiguos mayas eligieron esta tierra para sus templos porque es claramente una región con un gran significado energético. Estamos situados sobre el sistema hídrico más importante del mundo, lo que hace que la energía de este lugar sea a la vez potente y volátil”, afirma Labanca con una serenidad envidiable. Algunas de sus explicaciones cobran coherencia a medida que continúa explicando cómo “la luna influye en las mareas, haciendo que el agua suba y baje cíclicamente, aportando movimiento e intensidad”.
En los últimos años, la adopción del turismo de bienestar no significa elegir una opción en lugar de experimentar atracciones de clase mundial, sino que permite a los viajeros hacer ambas en un mismo viaje. Tulum es el lugar por excelencia que combina estos elementos, donde un viaje se convierte en algo más que una visita; se transforma en un recorrido que invita a la conexión con los sitios sagrados, con uno mismo y con el medio ambiente, todo dentro de un entorno ideal para una relajación de calidad.
Un estudio de la plataforma de viajes Booking sobre las predicciones de viajes para este año revela que la oportunidad de viajar es más importante que nunca (pre-pandemia). Un notable 78% de los argentinos encuestados afirmó que viajar contribuye a su salud mental y bienestar emocional, lo que hace de las vacaciones una forma ideal de autocuidado. Y a la hora de elegir un destino, entran en juego las consideraciones de bienestar.
Si bien es cierto que los esfuerzos de marketing abundan, no todo es color de rosa. En Tulum existe una gran cantidad de ofertas de diversas terapias alternativas, que van desde ceremonias como el temazcal o la ayahuasca hasta las muy cotizadas sesiones de sanación con sonido y multitud de prácticas de yoga, meditaciones y retiros espirituales.
Sin embargo, este excedente de terapias puede ser un arma de doble filo. “No todas las terapias son adecuadas para todo el mundo, por lo que es fundamental distinguirlas. Pero aún más crítico es la necesidad de investigar quiénes y dónde se llevan a cabo estas terapias, entender en manos de quién están estos sanadores y con quiénes compartirán espacios”, señala responsablemente Labanca.
En un contexto de creciente estrés, surgen nuevos enfoques basados en terapias de alto impacto para lograr un bienestar integral en el corto plazo. Expertos y facilitadores de estas actividades holísticas buscan constantemente propuestas disruptivas para elevar las frecuencias vibracionales y conectar con uno mismo. Las opciones son amplias y el público busca cada vez más agendas de actividades saludables en estrecha comunión con la naturaleza, diseñadas específicamente para potenciar y equilibrar diversos aspectos de la vida.