TULUM, México – El vibrante ambiente costero de Tulum se vio afectado por la acción regulatoria, ya que el Departamento de Fiscalización y Cobranza de la Tesorería Municipal de Tulum impuso sanciones de cierre a los reconocidos establecimientos Gitano y Bomboniere. ¿La causa? Violación del horario de funcionamiento prescrito.
La última actuación de las autoridades permitió detectar un incumplimiento flagrante del horario de atención establecido, por lo que se procedió al cierre inmediato de ambos establecimientos. En colaboración con los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, los inspectores municipales constataron que los establecimientos incumplían claramente el horario de atención establecido.
Sin embargo, los detalles sobre las sanciones financieras impuestas o las medidas específicas requeridas para la reactivación de estos negocios siguen sin revelarse. El Departamento de Fiscalización y Cobranza indicó que el proceso sería secuencial, comenzando con una advertencia inicial, paso que ya se ejecutó en ambos casos. El incumplimiento posterior daría lugar a sanciones y cierres.
Es importante señalar que el horario de funcionamiento permitido para bares y restaurantes en la zona costera se extiende hasta la 1 de la madrugada, mientras que los establecimientos de la zona centro pueden operar hasta las 2 de la madrugada, con un período de gracia de media hora para el cierre total. Además, estos negocios deben cumplir con los niveles de sonido especificados, manteniendo los decibeles entre 60 y 65 como umbral máximo. Estas regulaciones comerciales están en vigor desde finales de septiembre de 2022.
A raíz de las normas municipales promulgadas en septiembre de 2022, el Departamento de Fiscalización y Cobranza ha supervisado diligentemente el cumplimiento de las normas dentro del vibrante panorama comercial de Tulum. La reciente acción de cumplimiento contra Gitano y Bomboniere pone de relieve el compromiso inquebrantable de las autoridades de hacer cumplir estas normas”.
Aunque no se han revelado las repercusiones financieras exactas ni los requisitos de procedimiento para la reactivación de las empresas bloqueadas, las autoridades han hecho hincapié en un enfoque estructurado para garantizar el cumplimiento. Se emitieron advertencias iniciales, un paso crucial antes del cierre forzoso. Los pasos posteriores o las multas implicadas en caso de incumplimiento reiterado aún no se han anunciado oficialmente.
Las regulaciones locales estipulan horarios operativos específicos adaptados a las diferentes zonas de Tulum, lo que refleja un equilibrio entre el apoyo a la animada vida nocturna de la región y el respeto a la tranquilidad residencial. El énfasis en mantener niveles de ruido permisibles subraya la dedicación de la ciudad a preservar su armonía única entre la actividad comercial y la serenidad de la comunidad.
Los incidentes de Gitano y Bomboniere, aunque provocaron el cierre inmediato, sirven como recordatorio a todo el sector de la hostelería para que respete rigurosamente las normas de funcionamiento establecidas. Garantizar su cumplimiento no solo garantiza el funcionamiento ordenado de los establecimientos, sino que también contribuye a fomentar una coexistencia armoniosa entre las empresas y la comunidad local.