TULUM, México – En los últimos tiempos, la escalada de actos de violencia perpetrados por taxi Los conductores han encendido un ferviente debate sobre las repercusiones inminentes que enfrentarán estos agresores. Sin embargo, una verdad innegable surge en medio de este discurso: los próximos meses sin duda serán testigos de un impacto sísmico en el turismo paisaje. David Ortiz Mena, el astuto vicepresidente del Consejo de Hoteles del Caribe Mexicano, reafirmó hoy elocuentemente esta realidad.
“La publicidad adversa que se deriva de estos lamentables incidentes está intrínsecamente ligada a una desaceleración inminente que estamos a punto de presenciar en los próximos meses”, comentó Ortiz Mena en una entrevista exclusiva. “Las ramificaciones están repercutiendo en las tasas de ocupación de nuestros estimados hoteles; de hecho, se están sintiendo incluso ahora”.
Una figura eminente también, sirviendo como Presidente de Tulum Asociación de HotelesEl señor Ortiz Mena subrayó que la situación actual está envuelta en un tema "tabú". Reveló con franqueza que las prácticas monopólicas de los sindicatos de taxis en la periferia de la región restringen de manera efectiva las opciones de transporte, colocando a los principales puntos turísticos de Quintana Roo en una marcada desventaja frente a sus pares.
"Mientras Cozumel “Como el estado sigue enredado en una situación más arraigada que la Riviera Maya, nos vemos limitados a la hora de brindar una alternativa de transporte que evite los servicios tradicionales de taxi”, expuso.
Si bien es inequívoco que el gobierno debe hacer cumplir celosamente la ley y organizar las regulaciones del sector, es igualmente imperativo que fomente un entorno de sana competencia. Después de todo, un ecosistema de ese tipo invariablemente cataliza mejoras dentro del sector del transporte.
Ortiz Mena, trazando paralelismos con los anales de la historia, evocó el caso de París, donde estallaron incidentes de violencia tras la entrada de Uber. Sin embargo, con el tiempo, las regulaciones se simplificaron y se creó un entorno en el que todos los actores se esfuerzan por ofrecer un servicio inigualable.
“Es inevitable que aquí se produzca una dinámica similar; los servicios de taxi deben ascender a un escalón comparable, posicionándose en el marco de una economía de libre mercado”, afirmó con firmeza.
La temporada de verano no cumple con las expectativas
Mientras tanto, David Ortiz Mena reconoció con franqueza que la actual temporada de verano no ha logrado traer estadísticas prometedoras en cuanto a ocupación hotelera en Tulum.
Mientras que la tasa de ocupación general de la región se sitúa en un respetable 82%, localidades como Boca Paila, Sian Ka'an y Tulum Pueblo siguen muy por detrás, con un mero 41.9%. Los pronósticos para las próximas semanas prevén una caída aún más pronunciada, acompañada de una reducción simultánea de las estructuras tarifarias.
Desde la perspectiva de la eminencia hotelera, resulta evidente que un segmento del mercado estadounidense se ha decantado por destinos alternativos este verano. Este cambio podría atribuirse a la fortaleza del peso frente al dólar o incluso al impacto nocivo de la publicidad negativa resultante de las agresiones a los taxistas.
Aunque el Caribe mexicano no compite directamente con Europa, el Viejo Continente ha disfrutado de un notable aumento en el éxito de los hoteles este año, lo que pone de relieve un hecho pertinente: un número considerable de turistas estadounidenses se inclinan ahora por emprender viajes de larga distancia, evitando así Quintana Roo.
Un aspecto intrínseco a tener en cuenta es la proliferación de opciones de alojamiento. La creciente disponibilidad de alquileres vacacionales en plataformas digitales ha enriquecido este panorama.
“En Tulum contamos con unas impresionantes 10,000 unidades –no sólo habitaciones, sino unidades completas– en oferta para alquiler vacacional”, reveló, enfatizando en la diversificación de las opciones de alojamiento.
En resumen, el futuro de la trayectoria turística de Tulum se encuentra en una coyuntura crítica. Mientras el espectro de la violencia sigue acechando, es imperativo que las partes interesadas adopten medidas reformadoras que no solo garanticen la la seguridad de visitantes, sino que también fomentan un entorno de mayor competencia, impulsando así a la región hacia un futuro más próspero.