Los pescadores de langosta de Punta Allen enfrentan una tormenta perfecta de desafíos

Los pescadores de langosta de Punta Allen enfrentan una tormenta perfecta de desafíos

TULUM, México – La temporada de langosta en Punta Allen se ha topado con un obstáculo, ya que Alejandro Velázquez Cruz, portavoz financiero de la cooperativa “Vigía Chico” en Punta Allen, reveló que después de tres meses de iniciada la temporada, la cosecha de langosta sigue paralizada debido a falta de compradores. En consecuencia, sólo han podido salir nueve días, es decir, tres días al mes.

Los compradores han citado su ya bien abastecido inventario de langosta como la razón de las continuas bajas tasas de compra. Para agravar el problema, la llegada de la temporada de huracanes este mes ha exacerbado aún más los desafíos que enfrentan los pescadores locales.

“Nos encontramos en septiembre y, para entonces, normalmente ya habríamos inspeccionado todas nuestras trampas. Sin embargo, no hemos podido hacerlo porque los compradores no lo han permitido”, lamentó Cruz.

Los pescadores de langosta de Punta Allen enfrentan una tormenta perfecta de desafíos

A pesar de las sombrías circunstancias, los 70 miembros de la cooperativa mantienen la esperanza de que la situación se normalice y el mercado de la langosta se recupere una vez más.

Esta caída en la industria de la langosta es particularmente preocupante para la comunidad pesquera de Punta Allen, ya que la pesca de langosta es una fuente fundamental de ingresos para muchas familias de la región. La cooperativa “Vigía Chico” juega un papel vital en el sostenimiento de la economía local y cualquier interrupción tiene un efecto dominó en toda la comunidad.

Los pescadores de langosta de Punta Allen enfrentan una tormenta perfecta de desafíos

La inesperada caída en las compras de langosta ha planteado dudas sobre los factores más amplios en juego. ¿Se debe esto únicamente al exceso de oferta de langosta o hay otras dinámicas del mercado en juego? Algunos expertos de la industria sugieren que la actual pandemia de COVID-19 ha alterado la cadena de suministro y la demanda de productos pesqueros, incluida la langosta.

Además, la creciente frecuencia y gravedad de los huracanes, a menudo relacionados con el cambio climático, han hecho que a los pescadores les resulte cada vez más difícil operar con seguridad durante ciertos meses del año. Estos desastres naturales no sólo ponen en riesgo vidas, sino que también afectan los medios de vida de quienes dependen del mar para obtener sus ingresos.

Los pescadores de langosta de Punta Allen enfrentan una tormenta perfecta de desafíos

Las autoridades locales están siguiendo de cerca la situación y trabajando con cooperativas como “Vigía Chico” para encontrar soluciones a estos desafíos. Una posible vía es explorar la diversificación en la industria pesquera local para reducir su vulnerabilidad a las fluctuaciones del mercado y los desastres naturales.

Mientras tanto, los miembros de la cooperativa están haciendo su parte manteniendo sus trampas y equipos en previsión de mejores días por delante. Siguen siendo optimistas de que la situación mejorará y que la industria de la langosta de Punta Allen se recuperará más fuerte que nunca.

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Punta Allen's Lobster Fishermen Face a Perfect Storm of ChallengesES